Artista: Sadturno
Texto: Ema
Peregrino
de hábito
Viajar, un verbo magnífico. Todos hemos soñado alguna vez con hacerlo, gustosos nos imaginamos una postal donde posamos a un lado de las más grandes maravillas del mundo, lo metemos en un sobre y lo enviamos a todos nuestros contactos en instagram. QUE TODO MUNDO SE ENTERE, estoy saliendo de algún bar en Londres, voy a tomar un autobús en California, ¿por qué no nos bañamos en alguna fuente de Roma?. Según varias estadísticas que a nadie le importa corroborar pero que son sumamente fáciles de creer, 9 de cada 10 personas contemplan viajar como una de sus aspiraciones más grandes en la vida. Se empieza con cosas pequeñas como el pueblo mágico más cercano que tengas, eso ya te da tela para varias stories o anécdotas que sacarás sin sentido en alguna fiesta, pero poco a poco vas más lejos y si evitas gastar todo tu salario a la primera oportunidad quizás puedas ahorrar lo suficiente para ser envidiado en verano. Sol, arena y mar dice Luismi, sin importar cualquier cosa que pase en el mundo o en la nación, todo lo paga una cara y rápida tarde de descanso en cualquier punto del planeta que no sea mi habitual, aburrida, pequeña y despreciable hogar.
Personalmente siento que lo merezco, toda la vida compartiendo los mismos espacios con las mismas personas. Una y otra vez entre la docena de servicios que siempre se encuentra en cada plaza, centro comercial o calle, se siguen abriendo nuevas tienda de abarrotes, estéticas, taquerías, ¿para qué?. En el pasado, cuando tenía el ánimo de caminar a cualquiera de éstos lugares, podía toparme con caras nuevas de vez en cuando pero no era suficiente para dejar de sentir que mi rutina rebotaba entre esquinas o avenidas del mismo nombre. “Buenas tardes, ¿le ofrezco una recarga?”, y yo respondía: “Sí, me pone más de 1800 pesos al año en recargas mensuales por el resto de mi vida al número cincuenta y cinco cinco cincuenta y cinco cinco cinco cincuenta y cinco cinco, por favor”. Por mi mente aparece la definición de plaga mientras me pregunto qué tan cerca está mi plan telefónico de alguna secta en pro del consumismo fácil. #VidaOXXO #YouOnlyVivesAhora #Hola
Luego hay un pareja, una de esas que difunden por todas las redes lo enamorados que están uno del otro y lo inmensamente felices que son tras permitirse cumplir la fantasía de viajar por el mundo con el amor de su vida. Todos creen que están amarrados para siempre sin importar la ciudad en donde se encuentren pero a su vez pueden pasar los días encerrados en la habitación de algún hotel sin que nadie sepa nada de ellos, pues una vez expuestos uno frente a otro, es cuestión de algunos minutos de diálogo para que comiencen a hacerse daño con todo lo que sale de su cabeza, los gritos de exhaustivas discusiones se filtran por las paredes y cuando están cansados de agredirse y las marcas en su cuerpo son evidentes, una ronda de su sobrestimado y agitado sexo los vuelve a unir en tranquilidad hasta su próxima confrontación.
Por último estoy yo, Sadturno siempre dice que no soy cualquier tipo de viajero sino más bien un peregrino, me repite constantemente lo peculiar que es encontrar a alguién que no se mantenga en una persecución constante con su pasado sino que se mueva por la convicción casi religiosa de que mudar de aires te hace mejor persona. No se si creerlo de verdad pues al principio pude haber querido escapar de la monotonía cruel de mi ciudad natal, sin embargo pronto me percaté que el aburrimiento soportaba las distancias más absurdas y la mejor forma que encontré para combatir ese sin sentido era demostrar, aunque fuera solo en apariencia, lo realizado que estoy conmigo mismo. Ahora este increíble sueño es mi vida y siempre es fascinante descubrir ciudades, maravillas, platillos y personas pero para ser honesto a veces es cansado cargar con todo el equipaje.
La idea de que quería hacer mi vida en otro lugar me llevó a identificar como algo realmente triste el hecho de que las personas permanecieran durante años inmóviles, desperdiciadas. Ahora que vivo el sueño y me muevo a mi antojo los veo con lastima en todo tipo de latitudes, estados y provincias, ellos me siguen en facebook con admiración, pero mi personalidad altruista siempre los escucha en alguna conversación casual. Los que más llaman mi atención son los artistas porque sin importar cuánto tiempo pueden permanecer en un lugar, nunca se sienten en casa. Los que realmente son buenos siempre desprenden esa aura de incomodidad constante y uno que es especialmente inquietante para mi es Sadturno. Nos conocimos en mi última estancia en México, su trabajo es extraño e incómodo al igual que él, pero siempre logra sacarme un sonrisa con sus personajes, otros extranjeros iguales a mi que encuentran lugar en sus ilustraciones como soldados, dioses o indigentes. Las líneas los forman sobriamente, pero hay marcas en ellos que nos hablan de sus lugares de origen como una señal inequívoca y permanente con la que cargan a todos lados.
Una enorme cabeza y un traje típico nos presentan a una mujer tradicional, de aquellas que aún se despiertan temprano sin despertador, no sale de casa sin su Tarot y se sienta en la plaza por horas hasta que los incautos se acercan y pagan cantidades ridículas para conocer el desenlace de las situaciones más importantes de su trama vital: cuántos hijos van a tener, qué año se van a graduar, cuántos kilos van a pesar, para ella es fácil porque es lo de siempre. El sol golpea en la superficie plateada de su rostro desprendiendo un reflejo intenso con el que llama la atención y de paso molesta a varios. Cuando la luz del día está por desaparecer levanta sus cartas y camina kilómetros hasta su hogar para descansar y volver al día siguiente