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Ubicación: Explanada del Campus de Humanidades de la Universidad de Oviedo. A cargo de: müda museo Para quienes han pasado por el Milán y quieran dejar evidencia de sus recuerdos, de cómo han habitado este lugar, se nos ofrece una posibilidad de hacerlo de manera sonora o, en su caso, interactiva a través de escribir una tarjeta postal y dejarla en el buzón para que sea enviada a otra persona en Asturias y en la oficina de Turismo, y así promover la recuperación de la memoria del campus. La instalación es un collage real de materiales impresos sobre espacios cotidianos, luz, testimonios, una grabadora y un buzón de cartas postales. Depende de los participantes el uso que se le dé a la misma. Participa.

La memoria de un lugar que fue partido por la mitad y que poco a poco va desapareciendo para convertirse en una especie de pequeño elefante blanco en medio justo a un costado de la vía del tren. Hace unos meses nos encontramos con la pescadería de Avilés siendo testigo primero que nada, de personas alrededor recordando sus momentos en ella, o de algunos intentando recordar algo en ella, pues muchas personas han ido olvidando de a poco qué sucedía en la pescadería. Estos testimonios se recogieron para dar lugar a un registro de voces y memorias que se publicarán en la web de müda museo una vez sus investigadoras les den cuerpo y clasificación. Por otro lado, los testimonios formaron parte de una instalación sonora, interactiva y de movimiento, en la cual, una intérprete y los cascos de las personas sirvieron para activar la instalación y recordar que donde hay un sitio, un edificio, hay una memoria. La instalación Con una serie de recursos sencillos y elementales como listón y un par de lámparas de emergencia, la instalación de The Parking Ballet transformó la ahora nave vacía de la pescadería en una especie de laberinto sonoro y de movimiento que buscaba al público y a su memoria del lugar o, en su caso, a prestarles la memoria de otras personas que antes habitaron aquel lugar. Así, nuevamente buscando en los espacio no convencionales para el movimiento y las artes escénicas, el ballet contemporáneo pone de manifiesto la necesidad de acercarse, de interactuar con el público, de hacerle partícipe. A las intervenciones de movimiento, les antecedía una instalación en la cual, cualquier persona podía convertirse en una o un performer con seguir algunas intrucciones sencillas pegadas en el suelo del recinto. Al mismo tiempo había instrucciones para ser espectadora o espectador. La memoria müda museo co-produjo esta instalación junto con la Factoría Cultural de Avilés, y para el museo es vital poder ahondar en los procesos de pérdida y recuperación de memoria cotidiana de los espacios además de la histórica y patrimonial de cada uno de los lugares. müda se ha sumergido en este tipo de proyectos como parte de su resistencia al modelo clásico de arte-elite, arte-entretenimiento, para acomodarse en el de arte-resistencia, resistencia-vida cotidiana. Próximamente, The Parking Ballet trabaja para instalar en Avilés nuevas propuestas de recuperación de espacios a través de instalaciones sonoro-espaciales.

Relato biográfico de los momentos clave de la vida Margaret Thatcher, una mujer de origen humilde que fue capaz de derribar todas las barreras de su clase social y de su género de mujer, para convertirse en una dirigente política poderosa.

Casi medio centenar de obras de artistas mujeres se harán dueñas de la Cúpula con “Luchadoras. Mujeres en la colección del MUAC”, la exposición producida por el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Fundación Casa de México en España. Comisariada por Pilar García, este proyecto recoge una selección de obras concebidas por una treintena de creadoras mexicanas que muestran el potencial del arte femenino en México en las últimas décadas. Todo ello a través de soportes y medios como el dibujo, la pintura, la escultura, la instalación, el vídeo o la fotografía.

Sil Fernández interpretará canciones escritas por Nina Simone o que Nina Simone hizo suyas para siempre, en un repertorio que supondrá un repaso exquisito a la carrera de Nina, con canciones religiosas, de denuncia, de reivindicación de los derechos civiles. Composiciones propias y versiones que Nina inmortalizó. Góspel, jazz, blues… Sil Fernández estará acompañada por el trío de jazz formado por Jacobo de Miguel, al piano; Antón Ceballos, al contrabajo, y Ethan Winogrand, a la batería, y por Puri Penín y Gema Fernández, en los coros.

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aquí el podcast del MUSEO HOY. primer capítulo, la experiencia de un muchacho que sentía lo mismo en el museo de arte contemporáneo que en una iglesia, casi nada! dale click a la imagen.

me sentía tan a gusto en un museo -siempre que no hubieran pubertos de secundaria- me parecía un lugar tan cómodo, tan silencioso, vacío, como una iglesia. y hoy pienso que tal vez ese sea el problema, que debemos estar calladitos, con las manos detrás, y que tenemos que leer los letreros para entender lo que expone. después vinieron los artistas famosos y pum, se los museos comenzaron a llenarse, para hacernos selfies, para tener un tema de conversación, para preguntar si ya has ido a tal o cual museo. y me surgió la siguiente pregunta, ¿para qué un museo de arte actual? y allí otras preguntas, ¿el arte actual para qué? ¿aún tiene una función social el arte que se hace ahora? ¿por qué mis sobrinas adolescentes se interesarían en el arte actual además de para hacerse una selfie?, y así sucesivamente.

Recientemente recibí un regalo, un estuche para lentes forrado con una imagen de una pintura de Hopper, el pintor norteamericano. Recordé entonces en algunas de su pinturas, como ésta -Hotel room-, y tuve ese ligero presentimiento de reconocer algunos gestos de esas pinturas en lo cotidiano. Los que puedan ver la fatiga, o el desenfado, la tristeza o la indiferencia, en medio de tanto color, de la parafernalia que nos ofrece el mundo. Puedo ver los mismo colores y los excéntricos hábitos que consumimos para formar parte, porque “nos gusta”, porque qué más haríamos de lo contrario, porque sí. Y no puedo menos que pensar en la profunda indiferencia del sujeto frente a sí mismo, qué decir del otro, del que pasa a su lado, del que está sumido en una profunda desesperación, o la desesperación cotidiana que implica la vida. En la tristeza de Hopper, en el desenfado -si se prefiere- de sus personajes descubro la simpleza de la paradoja en la que habitamos, envueltos en la parafernalia de un mundo de luces -incluso una luz portátil en nuestros bolsillos- desenfadados de nuestro entorno, de nuestro ser. ¿Qué espacio resta entre la espectacularidad del deporte y la de los conflictos armados?, por ejemplo. Resta la simulación. Queda un cuarto de hotel y una mujer que lee con tristeza, desgano.